Redacción: Enrique Hernández
La inspiradora historia Roy Calderón, un atleta de surf adaptado que se ha convertido en ejemplo, inspiración y símbolo de lo que significa superar límites personales y deportivos.
A pocas semanas de la gran final del Circuito Nacional de Surf 2025, las emociones por los títulos nacionales están en lo más alto y es que en el alto rendimiento deportivo, los márgenes entre el éxito y el fracaso suelen definirse por aspectos tangibles: el estado físico, la técnica, la estrategia. Pero en el surf adaptado, esos límites trascienden lo meramente atlético y penetran dimensiones más profundas del ser humano: la capacidad de adaptarse, la fortaleza mental, el manejo de la adversidad y la búsqueda constante de equilibrio, no solo sobre la tabla, sino en la vida misma.
En ese contexto, Roy Calderón se ha convertido en un verdadero referente del surf adaptado costarricense con resultados sobresalientes nacionales e internacionales, incluido un Bicampeonato Mundial. Hoy ocupa la tercera posición del ranking nacional 2025, pero llega a la última fecha del Circuito Nacional con la posibilidad real de consagrarse campeón. Esa oportunidad, que para muchos es solo el desenlace de una temporada, para Roy representa el resultado de años de trabajo silencioso, resiliencia frente a la adversidad y un inquebrantable amor por el mar.
Roy no solo enfrenta las mismas olas desafiantes que sus compañeros, sino que lo hace bajo las limitaciones físicas que impone su discapacidad visual. La pérdida total de la visión en su ojo izquierdo y la baja visión en el derecho no han sido un impedimento, sino un desafío que lo ha obligado a desarrollar una lectura del mar excepcional, un sentido táctico afinado y una preparación minuciosa para cada competencia.
Más allá de lo competitivo, Roy Calderón es hoy un símbolo de lo que representa el surf adaptado en el país: inclusión, evolución deportiva y crecimiento personal. Su historia refleja el impacto positivo de la Federación de Surf de Costa Rica al integrar las categorías adaptadas dentro del circuito oficial, ofreciendo un espacio competitivo donde los atletas con discapacidad encuentran no solo un escenario deportivo, sino una plataforma para inspirar a otros y redefinir los límites de lo posible.
En esta entrevista exclusiva, Roy comparte su experiencia, sus desafíos dentro y fuera del agua, su preparación para la gran final en Playa Hermosa, el significado profundo que tiene para él competir a este nivel, y los sueños que aún lo impulsan a seguir persiguiendo nuevas olas, tanto a nivel nacional como internacional.
Estás en la tercera posición del ranking, pero con una victoria podrías ser campeón nacional. ¿Cómo te sentís de cara a esta gran oportunidad?
Me siento motivado. He estado entrenando porque sé que Playa Hermosa tiene buenas olas y quiero demostrar el nivel que tengo.
Has sido muy consistente, con dos fechas perfectas de 1500 puntos. ¿Qué ha sido clave para mantener ese nivel?
Tres heats antes de competir analizo las condiciones y escucho a los jueces y sus calificaciones. Entonces, cuando entro al agua, trato en los primeros 5 minutos de buscar una ola que me dé buenos puntos, y después sigo buscando puntuar más alto.
La última fecha es en Playa Hermosa, una ola fuerte y exigente. ¿Cómo te preparás para competir ahí?
El mar aquí en Guanacaste está muy exigente, con olas difíciles y corrientes por la tormenta que se acerca. Estoy entrenando en esas condiciones para poder dominar Playa Hermosa. Aún así, Hermosa es un nuevo reto para mí porque he surfeado muy pocas veces en ese lugar.
¿Qué significaría para vos ser campeón nacional en esa playa? ¿Anteriormente habías tenido que definir un título en este lugar?
Ser campeón nacional en Playa Hermosa sería un logro muy importante, porque es el estadio nacional del surf en mi país. Sería genial agregar ese título entre mis trofeos. Es la primera vez que busco ganar un título ahí.
¿Sentís presión o lo estás disfrutando como una celebración del surf adaptado?
He estado enfocado en mi trabajo como surfista adaptado y estoy muy agradecido con la Federación de Surf por darnos ese espacio. Lo estoy disfrutando mucho, no siento presión, al contrario, me mantiene en ritmo de competencia, lo cual es muy importante para mí.
¿Qué ha representado el surf adaptado en tu vida? ¿Cómo te ha transformado como persona y deportista?
Cuando perdí la vista total en mi ojo izquierdo pensé que ya no surfearía más, porque era muy difícil para mí no tener un ángulo de visión adecuado. Además, en mi ojo derecho tengo baja visión, lo que hace que el surf sea un deporte de más riesgo para mí. Pero he aprendido a adaptarme y una vez en el agua, me esfuerzo al máximo. Competir con mis compañeros de equipo en otras categorías me impulsa a seguir adelante. Ellos me motivan a seguir practicando.
¿Qué mensaje le darías a otras personas con discapacidades que están empezando o pensando en practicar surf?
Ahora que tengo discapacidad visual, he conocido a muchas personas en el mundo y he visto todo lo que el surf ha hecho por sus vidas. A pesar de sus distintas discapacidades, ellos también pueden surfear y representar a su país. Los invito a seguir en este deporte y a descubrir sus beneficios. Compitas o no, el surf te da muchas cosas que otros deportes no te dan, porque en el mar todos somos iguales.
¿Qué desafíos has enfrentado en tu camino como surfista adaptado en Costa Rica?
Considero que el mayor desafío es la falta de patrocinio. Este año tampoco tengo la beca del ICODER, que era una ayuda constante. Por esa razón no pude asistir a la primera fecha del circuito nacional en Limón. Aún así, agradezco a empresas y personas que me han apoyado y que son parte de mi motivación para seguir luchando y agradecerles con resultados.
¿Quiénes te inspiran dentro del surf adaptado, tanto a nivel nacional como internacional?
Henry Martínez, el surfista ciego, fue una de mis primeras motivaciones. Luego, conocer a la selección de surf adaptado fue increíble. Ver sus categorías y cómo motivan a otras personas me inspira mucho. También tengo un buen amigo, Aron, del equipo de Hawái, que es de mi categoría. Siempre estamos en finales mundiales y me inspira a seguir mejorando.
Si ganás el título, ¿qué sigue para vos? ¿Te gustaría representar a Costa Rica en eventos internacionales?
Estoy esperando que la Asociación Internacional de Surf (ISA) nos notifique dónde será el mundial este año, posiblemente en noviembre o diciembre. Pero antes hay una competencia en septiembre en Oceanside, California, que es la última fecha del tour mundial de surfistas profesionales adaptados. Me encantaría participar, pero es difícil para mí porque no tengo los recursos para cubrir los gastos del viaje.
¿Cómo ha sido el apoyo de tu familia, entrenadores o comunidad en este proceso?
Mi familia siempre está conmigo y ahora también aman el mar. Mi madre y padre me apoyan muchísimo y toda mi familia me escribe y está pendiente de cada competencia. Los entrenadores del surf adaptado son clave, me ayudan con técnicas y estrategias. Y en la comunidad de Playa Grande tengo amigos y surfistas que me apoyan dentro del agua, ayudándome a elegir olas y motivándome.
¿Cuál ha sido tu momento más especial en esta temporada?
Cuando estuve con mi familia en Playa Jacó. Era la primera vez que podían estar conmigo en competencia y además las olas estaban muy retadoras para mi visión.
¿Qué te ha parecido el Circuito Nacional de Surf este año 2025?
Estoy muy agradecido con el circuito nacional, porque vuelvo a ver a mis amigos y atletas de todo el país. Compartir con ellos y motivar a otros, especialmente porque el surf adaptado es una categoría oficial del Circuito Nacional de Surf 2025 y promueve la inclusión, lo cual es muy valioso.
Si ganás el campeonato, ¿a quién se lo dedicarías?
Primero, gracias a Dios, porque Él tiene un propósito para mí en esta carrera deportiva. Y se lo dedico a mi familia y a todas las personas que me han apoyado y han sido parte de este torneo nacional de surf.
Roy no solo buscará sumar puntos y disputar el título nacional en la Gran Final en Playa Hermosa del 20 al 22 de junio, sino que también buscará, como lo ha hecho en cada competencia, inspirar a otros deportistas adaptados, agradecer a su familia, a su comunidad y al país que lo ha visto crecer como surfista y como ser humano.
Independientemente del resultado final, su legado ya está escrito en las olas de Costa Rica, en el corazón de quienes lo siguen y en cada persona que encuentre en su historia la motivación para desafiar sus propios límites.
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